lunes, 30 de noviembre de 2009

El año del coche eléctrico



 El Gobierno espera, además, que en 2010 haya un 10% del parque móvil que se alimente mediante enchufes, de ahí la necesidad de trabajar mano con mano con las empresas eléctricas para acompasar el desarrollo de la red eléctrica a esta nueva realidad. La búsqueda de alternativas viables al modelo tradicional del transporte, basado en la combustión de combustibles fósiles en los motores de los vehículos, ha emprendido una carrera contrarreloj.

El impulso por el Gobierno del PlanMovele, cuyo objetivo es poner en la calle 2.000 vehículos eléctricos en los próximos dos años, así como otras iniciativas tecnológicas ya lanzadas en este terreno, son actuaciones pioneras a escala europea, que posibilitarán a España caminar hacia un nuevo modelo de transporte más eficiente y ecológico y, por ende, hacia un nuevo modelo energético más sostenible, debido a la estrecha relación que vincula a fabricantes y empresas eléctricas.

En la cumbre organizada esta semana por el ministro, fabricantes y eléctricas analizaron con el gobierno los pasos que ya se han dado en este sentido y los que habrá que dar en el futuro inmediato para hacerlo realidad. El Ministerio ha querido implicar también a empresas de tecnología de la información, que están trabajando en uniformar los protocolos de recarga de los futuros vehículos.

TRANSPORTE Y ENERGÍA.

Pero el asunto más espinoso, además de animar a los fabricantes a escoger nuestro país, mediante esta apuesta sostenible hecha por el Gobierno, está en el despliegue de puntos de recarga y en la interactuación que estos nuevos operadores, los propios vehículos, supondrán para la red eléctrica española.

El plan integral del Gobierno pretende favorecer la producción de estos vehículos a gran escala, así como apoyar la financiación a los proyectos que desarrollen las empresas energéticas para implantar sistemas que permitan el uso de estos vehículos. Al mismo tiempo, se percibe la necesidad de instaurar un nuevo marco regulador para gestionar la demanda eléctrica cuando este modelo de movilidad sostenible esté implantado de forma masiva.

El sector del transporte en España supuso el 59%del consumo nacional de petróleo en 2005 y el 25% de los gases de efecto invernadero en 2007, siendo el transporte por carretera el responsable del 90% de las emisiones de dicho sector, que ha duplicado sus emisiones desde 1990 -crecieron un 97%entre 1990 y 2007-, según un estudio de CC OO.

La evolución de los precios de los combustibles fósiles, la fuerte dependencia energética del petróleo, especialmente acentuada en países como España, la importante presión para cumplir los ambiciosos objetivos de emisiones establecidos por la Unión Europea para el año 2020 y los avances tecnológicos que han permitido desarrollar modelos de vehículos con prestaciones similares a las de los actuales, han confluido para convertir en una opción viable, rentable y de un enorme potencial de desarrollo en los próximos años el transporte basado en tecnologías que no consumen combustibles fósiles de manera individual. Existen numerosos factores que recomiendan profundizar en la implantación de unmodelo alternativo de transporte basado en el vehículo eléctrico; entre las principales ventajas, destaca que reducen la emisión de CO2 entre un 50 y un 60%.

Fuerte apuesta de Endesa

El desarrollo del modelo sostenible de transporte proporciona un apasionante escenario para una compañía eléctrica. En el caso de Endesa, desde su liderazgo en la lucha contra el cambio climático, recogido en su Plan de Sostenibilidad 2008-2012, aspira a favorecer la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, no sólo en lo relacionado directamente con su actividad, sino ambién en aquellas áreas en uya cadena de valor la compañía pueda aportar nuevas capacidades.

Endesa ha realizado diferentes acciones en el ámbito del modelo de negocio del vehículo eléctrico: investigación, comercialización de vehículos eléctricos, dotación a las flotas comerciales de vehículos sostenibles, desarrollo de infraestructura de recargas, etc.

No hace mucho, su presidente destacaba en una conferencia sobre este tema que en Endesa, «todos estamos convencidos de que esta línea de trabajo contribuirá a que España esté presente en la primera fila de una revolución tecnológica que proporcionará mejoras fundamentales en nuestra manera de desplazarnos, en la utilización de nuestros recursos energéticos y en nuestro comportamiento social». Tres son los principales retos para Endesa en la implantación del modelo de transporte sostenible, según se recoge en su Plan de Sostenibilidad. En primer lugar, garantizar el suministro derivado del previsible incremento de la demanda eléctrica generado por el nuevo modelo de transporte.

Además de facilitar el despliegue de la infraestructura de los puntos de recarga necesarios para la introducción del vehículo eléctrico. Y, finalmente, desarrollar alianzas con los diferentes actores económicos para garantizar el éxito del despliegue; tal es el caso de las administraciones públicas, fabricantes de coches y gestores de infraestructuras, entre otros.

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